domingo, 30 de septiembre de 2007

La primera "segunda lengua"

Para desanimar de una vez a quienes llegaron a esta entrada con el interés de encontrar algo que le haga cosquillas a su líbido, aclaro que donde dice "Lengua" también puede decir "idioma". Me referiré a segunda lengua cuando quiera hablar al primero de aquellos idiomas que no hablamos pero que ya aprendimos o vamos a aprender.

Lo que pasa es que bastante impresionados quedaron algunos amigos con la existencia de Barry Farber y su habilidad para hablar 25 idiomas. La mayoría de los consejos que da en su libro aparecen redactados por quien ve la cosa muy fácil, me dijo alguien. Y tiene toda la razón. ¿Acaso sería un éxito el libro si muestra el asunto como lo más comlplicado?

Hay un detalle para resaltar sobre las sugerencias del buen Barry: Cuando habla de aprender un nuevo idioma, hace las mismas sugerencias sin importar que ese vaya a ser nuestro segundo o nuestro decimocuarto, y me parece que ese pequeño detalle es más relevante que lo que pueda parecer. Esto queda en evidencia cuando hacemos la siguiente pregunta:

¿Es verdad que, una vez aprendida una segunda lengua, aprender las siguientes es mucho más fácil?

La respuesta que daré, apoyado en mi experiencia propia aprendiendo idiomas, la experiencia de amigos, preguntas a profesores de lenguas y lectura de los verdaderos gurús que comparten sus conocimiento con todo el que quiera leerlo (como el buen Barry) es:

Definitivamente sí. ¿Razones? se me ocurren algunas:

1) Cuando aprendes tu segunda lengua tienes todo el cerebro y tu boca en tu lengua nativa (Español en nuestro caso). Con mucha frecuencia te parecen absurdos y sin sentido los nuevos elementos de la gramática, la fonética o el vocabulario, y haces la comparación con el aparentemente normal Español. ¿Por que el alemán cambia tanto el orden de las palabras? ¿Por qué el inglés parece no tener reglas fonéticas precisas? ¿Por qué cambian de género las palabras? ¿Por qué en francés hay tantas letras mudas?

Una vez que has aprendido una segunda lengua y aprendes que las respuestas a esas preguntas son del tipo "porque así es esta gramática" o "Porque así es esa fonética" y las has interiorizado, nunca más te las vuelves a formular. En el aprendizaje de tu tercer o cuarto idioma no te volverás a preguntar lo mismo.

2) El asunto fonético: Cuando aprendes otro idioma y aprendiste bien su fonética, el aprendizaje de los nuevos sonidos de un tercer idioma se facilita por dos razones: a) hay semejanzas fonéticas entre tus nuevos idiomas (la "Ü" alemana suena como la "u" del francés cuando está sin más vocales). b) hay conciencia de que los nuevos fonemas no son obstáculos puestos adrede para impedir que tú aprendas, simplemente son así. c) Ya has aprendido los símblos del alfabeto fonético internacional, en pocos segundos puedes pronunciar la palabra más rara escrita en cualquier otro alfabeto.

3) Aprender el segundo idioma implica reprimir el impulso de traducir al español todo lo que se escucha para ser interpretado por el cerebro en español, que a su vez pensará en español su respuesta para luego traducirlo al nuevo idioma y pronunciarlo. Este es el camino dificil, demorado y obsoleto. A medida que avanzas en tu segunda lengua vas eliminando estos pasos intermedios que involucran al español, hasta que eres capaz de interpretar y pensar en el nuevo idioma. Con la tercera y cuarta lengua que aprendas, este error se comete durante menos tiempo, o simplemente no se comete.

4) Vocabulario. Supongo que cuando un inglés aprende las diferencias en español de los verbos Ser y estar después de cometer los habituales errores tan graciosos, no cometerá esos errores cuando aprenda portugues o italiano, que también tienen dos verbos para to be. Lo mismo sucede cuando se aprende alemán al decir que la partícula bei tiene el mismo significado que la francesa chez, en lugar de explicar su significado exacto en español. Esto sucederá en muchas ocasiones y con todos los idiomas, aunque aún espero una palabra en cualquier idioma que traduzca eficazmente a la palabra persa ‘nakhur’ que significa “el camello que no da leche hasta que no se le hacen cosquillas en la nariz”.

5) Motivaciones por desempeño. Cuando has aprendido un idioma, ya sabes que es posible lograrlo, ya has perdido el miedo a hablarlo con nativos, con desconocidos, o con amigos que quieran practicar. Sabes exactamente qué sirve y qué no sirve para tus particularidades, qué tanto ayuda escuchar música en el nuevo idioma o seguir tus cursos. El simple hecho de tomar la decisión y comenzar a estudiar es mucho más fácil con el tercer idioma que con el segundo, porque no va a parecer un imposible.

seguramente habrá una sexta o séptima razón, pero no se me ocurren por ahora. Lo que se me ocurre es exhortarlos de la siguiente manera:

¿Ya hablas un segundo idioma? De una, parce, hay que ir por el tercer, cuarto o quinto. la parte más dificil ya está hecha

¿Aún No hablas un segundo idioma? De una, parce, hay que comenzar ya. Es la puerta de entrada a los demás

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