Dejar la tierra duele y hay canciones que dicen más en unos pocos versos que en páginas enteras de texto plano. Me gusta mucho Santa Maria de Iquique: toda la canción es una alegoría a marcharse a la ciudad y buscar mejor futuro, sin embargo sentimos ese dolor de la partida por el diálogo de las quenas. Me gusta Caminante si vas por mi tierra que honra el recuerdo de la tierra sin chauvinismos ni patrioterismos baratos, más bien por las cosas sencillas y los amigos que quedaron.
La canción de hoy también celebra la tierra, el lugar de origen con sus tambores y timbales,las canciones para celebrar, pero lo hace de una manera muy dulce: Compara "la tierra", ese lugar tan amado, con una persona a quien le atribuye el poder de hacer que la tierra te duela en medio del alma cuando tú no estás. Esta analogía se parece mucho a la que hacía Eduardo Galeano al comparar una mujer con una casa en la cual será habitado (Ventana sobre una mujer) porque muestra que el verdadero hogar, el verdadero lugar en el que se está a gusto no es un espacio físico, sino un espacio afectivo. Cualquier lugar puede ser mi tierra si tú estás allí, Mi casa existirá solo si tienes ganas de que te habite y tus puertas sin candado. De lo contrario, cada calle que va a mi pueblo tendrá un quejido y un lamento, y tendrá nostalgia como mi voz.
A veces el forastero celebra y ve como una ventaja no tener un lugar definido al cual llamar mi casa ni al cual referirse como mi tierra. A muchos esto les suena a ningún lugar es mi tierra porque cualquier lugar es mi tierra y preferirían verlo como a Benedetti, llevando por el mundo un ladrillo para mostrar cómo era su casa. Algunas veces el forastero suele regodearse en las ventajas del desapego a la hora de cambiar de tierra y de casa, pero también le llega el tiempo de desear que la tierra no duela en medio del alma porque tú no estás. Los dedos se cruzan, sigue el guajiro entonando el son, pero esta vez es uno que hace sonreir: Falta muy poco para ir a Mi tierra y llegar a mi casa.
_______________________
Mi Tierra (Gloria Stefan)
De mi tierra bella, de mi tierra santa,
oigo ese grito de los tambores
y los timbales al cumbanchar.
Y ese pregón que canta un hermano,
que de su tierra vive lejano
y que el recuerdo le hace llorar,
una canción que vive entonando
de su dolor, de su propio llanto,
y se le escucha penar.
La tierra te duele, la tierra te da
en medio del alma cuando tú no estás.
La tierra te empuja de raíz y cal.
La tierra suspira si no te ve más.
La tierra donde naciste
no la puedes olvidar
porque tiene tus raíces
y lo que dejas atrás.
La tierra te duele, la tierra te da
en medio del alma cuando tú no estás.
Siguen los pregones, la melancolía.
Y cada noche junto a la luna
sigue el guajiro entonando el son.
Y cada calle que va a mi pueblo,
tiene un quejido, tiene un lamento,
tiene nostalgia como su voz.
Y esa canción que sigue entonando
corre en la sangre y sigue
llegando con más fuerza al corazón.
La tierra te duele, la tierra te da
en medio del alma cuando tú no estás.
La tierra te empuja de raíz y cal.
La tierra suspira si no te ve más.
Ver el video